Hambre y pobreza, la peor crisis en 40 años
- 16 Octubre 2003

Cada 7 segundos muere un niño

Hambre y pobreza son los dos lados de una misma moneda. O mejor, como sostiene el secretario de la Onu, Kofi Annan "las dos caras de la misma, inadmisible tragedia". El mismo Kofi Annan recuerda un fenómeno que define "inmoral y absurdo": la producción agrícola, en constante crecimiento, ha llegado, de hecho, al nivel de poder alimentar el doble de la actual población de la Tierra.

Ochocientos cuarenta millones de personas en el mundo continúan, de hecho, a sufrir de hambre (800 millones en los países en vía de desarrollo, 40 en los industrializados): "treinta millones más respecto al 2001"

En Asia meridional una persona de cuatro sufre de hambre y en Africa subsahariana la proporción es de uno cada tres.

No es una fatalidad, no hay alguna ley de la naturaleza que explique este cotidiano masacro - denuncia Jean Ziegler - relator especial de las Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación - "las multinacionales privadas tiene un rol esencial en la no realización del derecho a la alimentación, un niño que muere es asesinado por el orden del mundo. Un orden donde la pobreza permanece un drama de proporciones colosales. Basta pensar que dos billones y ochocientos millones de personas - la mitad de toda la población global - viven con menos de dos dólares al día, es decir, debajo del rédito mínimo fijado por el Banco Mundial como límite para la sobrevivencia de un hombre.